domingo, 21 de marzo de 2021
Situaciones
viernes, 5 de marzo de 2021
Antropologia Arquitectónica
El libro "Hacia una Teoría de la Arquitectura" de Luis Vaisman viene precedido de cierto mito histórico. Es la edición de un documento elaborado décadas atrás, escasamente conocido y desatendido por su autor dedicado a otros temas, pero mencionado ocasionalmente como un texto significativo del campo teórico nacional (es decir; como el documento "perdido", pero "clave" para entender la realidad). Ciertamente, este texto sigue la estirpe de los antiguos tratados arquitectónicos, que buscan establecer definiciones esenciales a partir de una reflexión personal; costumbre que volvió a elaborar el modernismo y algunos arquitectos locales en la segunda mitad del siglo pasado, en el afán de re-fundar la disciplina, impulsados por la renovación cultural y las condición casi-insular del país. Este empeño, que no deja de ser valioso, como aporte intelectual en una práctica profesional escueta de revisiones escritas; pero expresa también una ingenuidad y amplitud, quizás necesaria en ciertas etapas o ambientes. El texto de Vaisman hilvana menciones a distintos pensadores occidentales para estructurar un argumento extenso y consistente, que discurre muchas veces en afirmaciones circulares o planteamientos generalistas, sin detallar o revisar mayormente sus apreciaciones. Lo que coloca el texto en el extremo opuesto del usual trabajo arquitectónico (profuso en gráficas y expresiones especificas, pero escueto en palabras o definiciones). Aunque coincide en los devaneos confusos de los profesionales o especialistas cuando intentan explicar las obras o cualquier planteamiento conceptual. El argumento central del libro de Vaisman parece ser su pequeño sub-titulo (Antropología Arquitectónica), que sugiere la necesidad de crear una sub-disciplina para el estudio sistemático del ser humano y su relación con el espacio arquitectónico. Proposición que subyace en gran parte de los discursos tardo-modernistas; impulsados por la progresiva evolución del siglo pasado en la teoría de la arquitectura, desde los estilos formales hacia las preocupaciones sociales, que han culminado ensalzando emociones individuales (aunque todos escasos de precisiones operativas). El aporte de Vaisman en ese sentido puede ser otorgar un sustrato intelectual a esta tendencia (usualmente calificada de "humanizar la arquitectura", como si la arquitectura anterior fuera ajena a los seres humanos), con el riesgo de quedar algo descontextualizado en un acontecer actual de críticos post-estructuralismos. Sin embargo, el ejemplo de escribir documentos largos, ideas ordenadas y referenciadas, constituye indudablemente una contribución heroica en el incipiente desarrollo arquitectónico.