sábado, 15 de abril de 2017

Cruz Ovalle (actualizado)



"...la arquitectura abre el encuentro entre la tierra y el mundo. Y lo hace poniendo un límite, en tanto le otorga medida a la disputa del centramiento del hombre"


En esta entrevista al arquitecto José Cruz, reitera sus conceptos esenciales de la arquitectura, entendida como acción cultural y sensorial; aunque su insistente afirmación del "centramiento" como sentido central de la arquitectura, queda nuevamente algo diluída. Parece referirse a cierta tranquilidad síquica que aluden como fin esencial algunas corrientes espirituales (ser centrado); lo que parece distanciarse de la excitación estética que suelen proclamar la mayor parte de los teóricos del arte y arquitectura, como sentido primordial. Sin embargo, sitúa con precisión la acción arquitectónica en su relación con la tierra y la extensión de la experiencia cotidiana; y en la necesidad de acompañar lo sensible con lo inteligible. Sugiriendo que los límites en sus obras parecen siempre activos, en disputa constante con la ansiedad de la extensión, tanto en su sentido horizontal, como vertical; en el paisaje distante y en el toque del detalle material. Re-encontrando la naturaleza humana en la incesante dispersión visual y tectónica de sus edificios. Lo que se reconoce en sus espacios y edificios a través de la conjunción silenciosa y humilde de las personas, ajena a los ordenes jerárquicos y monumentales.

Al finalizar la entrevista, parece agotado en su interpretación de la sustentabilidad y de la enseñanza. Aduciendo que lo sustentable se refiere sólo a la contabilidad energética (quizás por que los mismos especialistas se focalizan casi siempre en ese aspecto), cuando la preocupación ambiental plantea mas bien una relación amplia de la arquitectura con su entorno y el futuro de las humanidad (lo que indudablemente cuestiona la tradicional concepción presencial e individualista de la arquitectura). La sustentabilidad involucra una perspectiva temporal y colectiva, que se enfrenta con la mirada formalista y complaciente del diseño arquitectónico tradicional. También en la enseñanza reprocha el abandono del dibujo manual, lo que no deja de ser cierto; pero desconoce la creciente realidad análogo-digital, no sólo del aprendizaje, sino de toda la vivencia contemporánea, en una híbrida experiencia espacial. Igualmente el relato y las obras de Cruz Ovalle parecen reactivar la potencialidad de la arquitectura como pensamiento y realidad construida.

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